Los hábitos tras la pandemia han supuesta una revolución en el mercado de alquiler de oficinas.  Antes de la irrupción del COVID-19, el Eurostat apuntaba que en España una significante parte de los profesionales trabajaban hasta las 8PM, lo que suponía pasar más tiempo en las oficinas que en casa.

A partir de marzo, el confinamiento provocado por el virus empujó a las empresas al teletrabajo lo que incidió en la modificación del modelo para alquilar oficinas en Madrid. Anteriormente, un negocio cerca del núcleo de oficinas en el norte del Paseo de la Castellana podría atraer hasta 7.000 potenciales clientes. En Barcelona, alquilar oficina en el 22@ podría atraer hasta 20.000. Son áreas beneficiadas por la presencia de otros negocios como restaurantes, bancos y otras empresas.

En Sevilla, el conjunto Torre Sevilla generó solo en 2019 un total de 426 millones de euros mientras que el Parque Tecnológico situado en Málaga cuyo impacto directo e indirecto sobre el producto interior bruto (PIB) del distrito alcanza el 7,95. En ambos casos, el teletrabajo y la transformación del modelo de alquiler de oficinas ha supuesto un revés para la economía local.

Nuevas oportunidades para el alquiler de oficinas

Este cambio de modelo supone reconvertir los espacios de coworking y alquiler de espacios flexibles en centros neurálgicos de ciertas zonas, asumiendo el papel de las oficinas tradicionales dado que:

  • Los profesionales de las empresas tienden a consumir en los locales de alrededor, por su cercanía, conocimiento de la oferta y variedad.
  • El importante número de empleados que rotan por los negocios del área supone la adaptación de la oferta comercial con el objetivo de atraer nuevas oportunidades económicas.
  • La versatilidad de los espacios flexibles para realizar otras actividades como exposiciones, talleres o cualquier otro formato cultural y o de formación.