El mercado tradicional del alquiler de oficinas está experimentando una verdadera transformación impulsada por las circunstancias de la pandemia del COVID 19. Un nuevo escenario que supone una oportunidad para acelerar un nuevo modelo de oficina en alquiler, especialmente en el caso de los espacios flexibles y coworkings.
Sobre estos últimos, las nuevas necesidades de trabajo – según datos del Banco de España, un total del 80% de las empresas han implementado algún formato de teletrabajo durante estos últimos meses – han potenciado estas alternativas de ocupación flexibles para grandes corporación y pymes. La idea es no renunciar a la generación de sinergias e interacciones sociales que se producen en los entornos de trabajo, pero entendiendo los nuevos requerimientos de los empleados.
El alquiler de coworking y espacios flexibles presenta indudablemente una serie de ventajas con un especial atractivo para la situación de inestabilidad actual. La distancia social, las medidas de higiene estandarizadas, la capacidad de reordenar espacios o el uso de zonas comunes para reducir la densidad son solo algunos ejemplos que se suman a los ya presentaba el modelo anteriormente (como la seguridad o la reducción de costes fijos). Para los empleados, supone una clara reducción de sus desplazamientos diarios y una mayor capacidad para compatibilizar el trabajo en casa con reuniones presenciales.
El papel de las nuevas tecnologías en el nuevo escenario
Las nuevas tecnologías son sin duda uno de los principales aliados en el nuevo modelo para alquilar oficinas. El uso de aplicaciones y herramientas digitales permite desplazar la oficina como un espacio exclusivamente físico para transformarse en un proceso omnicanal. Para los propietarios, supone una la oportunidad de conocer el nivel de ocupación de espacios, los horarios punta en ascensores y puertas para la entrada y salida del personal, afluencia, así como conocer el nivel de desinfección e higiene de los sitios.
En el caso de los usuarios, la decidida apuesta por la digitalización y el automation permitirá la reducción del contacto físico (a través de tecnología contacless), la gestión de espacios y la reserva de salas de reuniones, despachos etc. También es posible conocer el nivel de ocupación o gestionar la reserva de parkings y
Madrid y Barcelona son sin duda la capital en las que el alquiler de coworking y espacios flexibles más se ha disparado. El dinamismo de ambas ciudades ha permitido que el nuevo modelo se implemente con mayor celeridad, fomentando espacios de colaboración entre las sedes centrales de muchas compañías y los nuevos coworking. La tendencia en grandes capitales parece imparable.