Los últimos acontecimientos han tenido una incidencia destacada en el ámbito laboral. Un alto porcentaje de las empresas españolas ha implementado el teletrabajo para reducir el impacto del coronavirus. Las organizaciones ya están buscando soluciones que ofrezcan espacios flexibles de trabajo.

Sin duda los espacios de coworking ganan atractivo frente al alquiler de oficinas tradicional.

Los espacios de coworking se han convertido en una alternativa para ampliar sus espacios corporativos o repartir a sus equipos.

Menos coste –  mayor flexibilidad

Con la alternativa del coworking, los costes fijos pueden abaratarse y el arrendamiento es posible por tiempo más flexible.  Estos espacios tienen mayor capacidad para disminuir la densidad de las oficinas y ampliar zonas comunes.

Otro punto positivo es la dispersión de oficinas de coworking disponibles que ofrecen las empresas especializadas en este tipo de espacios. Los usuarios pueden por tanto elegir la localización que mejor convenga y así desplazarse lo mínimo imprescindible.

El uso de nuevas tecnologías será imprescindible para los coworking poscovid. Los operadores que gestionan estos espacios saben que esto pasará, y que la situación no volverá a ser como  antes. Por eso apuestan fuerte por la automatización de procesos. De esta forma se puede reducir el contacto físico, al mismo tiempo que fortalecer el sentimiento de pertenencia.

Algunos retos

No todo son buenas noticias para el mundo del coworking. Una encuesta realizada por Coworker en 172 países señala que el 72% de los espacios han sido testigos de una caída significativa en el número de clientes desde el brote.

Las oficinas de coworking se presentan como una solución de futuro, hay que remarcar que son espacios en los que hay una concentración importante de personas, con los problemas potenciales que esto conlleva y la inseguridad que puede generar.

Hay que destacar que muchos de los espacios de coworking están diseñados para una alta ocupación, reduciendo el espacio entre usuarios y así facilitar la interacción. Será necesario repensar el modelo para conseguir cumplir con la distancia social adecuada. Por lo tanto estamos ante un nuevo reto: Seguir generando networking en espacios de coworking.

También es importante gestionar el ‘hot desking’ o espacios de trabajo rotativos, muy común en los espacios de coworking, que obligaran a cumplir estrictas normas de higiene.

Desconocemos que pasará en el futuro cercano, pero parece evidente que los espacios de coworking tendrán que adaptarse para responder a las nuevas necesidades del trabajador flexible.